Nuestro colegio, bilingüe, mixto, laico y calendario B fundamenta su filosofía educativa sobre los principios del Constructivismo, que concibe al aprendiz como parte activa del aprendizaje; de la EPC (Enseñanza para la comprensión), en la medida en que el estudiante debe entender el sentido del conocimiento para que se interese y se involucre con su proceso, pues es así como el aprendizaje se hace significativo; de la Teoría de las inteligencias múltiples, que entiende que no hay una sola inteligencia y que, por lo tanto, los caminos del conocimiento son múltiples, de forma que no todos aprendemos igual ni nos expresamos con fluidez por los mismos medios; y del Aprendizaje Cooperativo, que busca construir espacios, dinámicas y relaciones en los que la diversidad, la participación activa, la escucha y el apoyo son los motores del aprendizaje. Ofrecemos como tercera lengua el Francés, para que nuestros alumnos salgan con bases y puedan profundizar el idioma si así lo eligen.
Obedeciendo a este principio, nuestros profesores hacen un acompañamiento cercano a los estudiantes, para conocerlos como personas y darle valor a cómo se sienten. Ese valor que le damos al individuo, a la persona, repercute en que uno de los pilares de nuestra filosofía sea concebir nuestra comunidad como diversa. Es por esto que el colegio busca el libre desarrollo de la personalidad, respetando siempre las diferencias, y la legitimidad del pensamiento y los sentimientos del otro.
La autonomía en el colegio se ve en la medida en que buscamos que nuestros estudiantes no sigan patrones y conductas, sino que se exploren a sí mismos, para desde ahí tomar las decisiones. Hacemos del colegio un espacio en el que cada quien puede ser lo que es y lo que quiere ser; no se intenta uniformar comportamientos e individuos.
Estimulamos al estudiante a vivir conforme a lo que piensa y siente. Este pilar nos lleva a buscar que nuestros estudiantes sueñen, se arriesguen y sean espontáneos. Pero, así mismo, los hábitos de estudio y la organización son fundamentales para poder lograr lo que uno se propone.
La autonomía en el colegio se experimenta.
Entendemos el pensamiento crítico como un nivel de conocimiento del mundo que solamente es posible si el individuo comprende el lugar que ocupa en su entorno, su compromiso con este y las consecuencias de sus actos. Es aquí donde la academia cobra un papel importante, pues el pensamiento crítico no se puede desarrollar desde el desconocimiento. Ahora bien, esto solo es posible mediante una disposición; dicho nivel de conocimiento y reflexión es una consecuencia de la concepción del estudiante como parte activa de su proceso de aprendizaje.